Las principales aplicaciones de la sísmica de pozos son :

  • Establecer la relación tiempo-profundidad.
  • Proporcionar una sísmica detallada en la vecindad del un pozo.
  • Calibrar la sísmica de superficie.
  • Identificar la presencia de reflectores o de zonas de anomalías delante de la perforación, es decir, debajo de los pozos en una perforación vertical y delante del frente de corte de un tunel, en una perforación horizontal.
  • Dar una información estructural, así como una estimación de los parámetros mecánicos y de ciertos parámetros petrofísicos.
  • Estimar la inclinación de un marcador.

El PSV transportado y la balada sísmica permiten una extensión de la investigación lateral variable con la profundidad y ofrecen una sísmica detallada de la vecindad del objetivo estudiado. Si la investigación lateral de la sísmica de pozos es de todas maneras limitada, el hecho de tener receptores cerca de los objetivos permite una buena resolución vertical debida principalmente al hecho que la zona alterada de la superficie sólo es atravesada una vez. Durante la perforación se puede utilizar como fuente de pozo, el instrumento de perforación mismo, lo que permite obtener a medida que se avanza, una imagen de las formaciones que todavía no han sido perforadas. Por último, la sísmica de pozo a pozo debería permitir la obtención de informaciones litológicas finas en el reservorio. Cuando las adquisiciones se repiten a lo largo del tiempo, las diferentes técnicas permiten obtener un control de la evolución de un reservorio (monitoreo activo).